CITA A CIEGAS N° 2: THE GREAT SCAPE

Sujeto: Axxxxx
Fecha: noche fría de sábado, Mayo 2007
Lugar: conocido Pub de Santiago

Con este sujeto se produjo algo así como un flechazo. Obviamente, lo conocí por esas páginas para emparejarse. Tenía buenas fotos (muy parecido ami ex, según mi amiga de juerga) y curiosamente, se llamaba igual que el sujeto N °1.

La primera vez que hablé con él por MSN, fue increible: congeniamos al máximo, intereses en común, todo bien. De hecho, si me hubiese invitado en ese momento a salir, esta historia sería muy, muy distinta...

Estudiaba ingeniería civil en una prestigiosa universidad de este país. En ese momento, el único detallito en contra era su edad: 3 años menos que yo.
Conversamos mucho rato, se ofreció incluso a formatear mi computador. Quedamos en que nos juntaríamos el viernes siguiente: primero vendría a mi casa, arreglaría mi compu y luego saldríamos a alguna parte. Todo sonaba perfecto. Quedamos de hablar el día antes de la famosa cita, pero intercambiamos teléfonos ese primer día (sí, que estúpida fui).

Día Martes (3 días pre cita): arreglando el entuerto...
Mmm...que miedo igual que venga a mi casa...¿Y si le digo que mejor sólo salgamos? Por otro lado, que mal estilo llegar a un pub yo sola...¿y si me planta? ¿Y si hago la cita grupal? Buenísima idea!!!

Ese día en la noche, por MSN: ¿Sabes? El viernes salgo re tarde...estaba pensando...si nos juntamos en un pub y dejamos lo del compu pa otro día?
Y otra cosa...¿qué tal si tu invitas a un amigo y yo a una amiga? Así no es tan traumático el asunto este...
Obviamente, estuvo de acuerdo con todo. Incluso me mando una foto de sus amigos y me dijo que eligiera el que yo quisiera para mi amiga. La idea era buena, si no fuera porque todos eran HORRIBLES y mi pobre amiga se quería morir. Finalmente, le tuve que decir que llevara a quien quisiera él. No había mucha diferencia entre elegir a Monstruo N° 1 o Monstruo N° 2...

Día Miércoles (2 días pre cita): mal estilo...
Llega un mensaje de texto a mi celular: hola, cómo estas?...Ves que me acuerdo de ti? Un beso, que tengas un buen día...
Amé el mensaje. Qué considerado...qué lindo...me encanta...
Dos horas después, suena mi celular, era un teléfono desconocido:
Aló?
Hola, soy Axxxxx
Hola, cómo estas?
Más o menos, te llamaba para preguntarte algo...
Dime...pasó algo?
Sí, es que ayer me conecté y vi que me habías eliminado de MSN...

Hasta este punto de la conversación, hay 2 cosas a destacar: uno, tenía voz de flaite (no es que yo sea mala onda ni nada, pero era algo demasiado evidente) y dos, NADIE PUEDE LLAMAR A NADIE CON ESE PRETEXTO DE ADOLESCENTE DE 15 AÑOS.

No, la verdad no te he eliminado. Cómo me preguntas eso, si ayer hablé contigo...
Es verdad...sorry. Oye, otra cosa...
Y se corta la llamada.

Lo odio. Claramente, esto no va a terminar bien. Mal estilo. Pero bueno, tal vez me quiera cancelar o algo así...le devuelvo la llamada...

Alo?
Hola, sorry, se cortó, es que te estoy llamando desde un teléfono público, se me acabaron los minutos...
Ahhhh...y qué era lo que me ibas a decir?
Bueno, es que el amigo con el que iba a ir, ya no puede. Así que voy con alguien más...¿No es problema?
No...la verdad no...

Esto no se ve bien. Esto va a terminar mal. Lo sé...

CONTINUARÁ...